jueves, 23 de junio de 2011

"Te extraño"


Papá ese día se despidió con un beso en la frente, como todos los días.
¿A qué hora llegas, Papá?
Tarde, tarde – bromeando como de costumbre.
Le dije Adiós con mi manita pequeña, me guiñó un ojo y sonrió. Lo vi contento y se marchó. Nunca pensé que ese “tarde, tarde” se transformaría en un nunca más. Llegaron las 20:00 hrs habituales, y papá no llegaba, no abría la puerta, no sonaban sus llaves torpes. Algo se me agolpaba en el pecho, cómo no. Esperar y esperar a papá, eternamente.

Papá, papá, no me hagas esperar tanto, no me hagas esperar así. No me hagas esperar más, papá. Pero más tarde comprendí que “no llegará”.
Ese día, día de días, me angustié y me decía “Dijo que Tarde”, y hacía cualquier cosa para que pasara el tiempo. Mamá se retrasó también, papá debía pasar a recogerle. Yo estaba con Ema.

Noté que ella se impacientó, pero no dijo nada, probablemente porque no era suficiente tiempo para eso aún, pero algo dentro de mí comenzaba a querer salir. Dos horas y nada.

Ema estudiaba, como era usual. Desde que la conocí que lo hacía, no tengo recuerdo de ella sin sus libros.

De pronto, suena el teléfono, corro a escuchar, pero Ema estaba al lado y contesta. Mi corazón latía como nunca antes, a pesar de no ser la primera vez en que se retrasaran así. Logré oír a mamá, pero no entendí, nada… A decir verdad, nunca entendí muy bien a mamá. A Ema se le desconfigura la expresión y llora, llora con desesperación, llora diciendo que  no y le quito el auricular… Sólo escucho sollozar a mamá. Y lo comprendí. No pude más que ir a la ventana que da a la calle y mirar… no pude llorar…

Papá, ¿dónde estás?
Papá, te necesito, protégeme.
Papá y su desamparo.
Papá y su abandono.
Papá dame un abrazo que no quiero sentirme sola otra vez más.

Papá… papá irreal… papá ideal…
Papá eterno y del nunca jamás.

Quiero ese abrazo que nunca te di, que no me diste y que nunca pedí.
Ese abrazo para no soltarte nunca más, ese adiós anticipado, ese de quererte a mi lado.
Siempre me acerco a la ventana a mirar.
¿Llegará hoy papá? Y recuerdo que eso ya no pasará.
Años de esperar, Papá ya no llegará.

Adiós papá.-

lunes, 20 de junio de 2011

Antihorario

...y así avanzaban los años, lerdos de tanto hacer lo mismo todo el tiempo.
...y así miraba hacia atrás, cansado de tanto avanzar sin poder detenerse a disfrutar un momento.
...y así se iba envejeciendo, haciendo todo lo que tenía que hacer, pero no lo notaba.
...y así avanzaba, sin cesar...

Decía mucho al resto, pero el resto a él no lo dejaba descansar.
Quiso dejar de ser preciso, cuando sintió que estaba sólo dando la hora.
Hoy camina por una calle larga, húmeda, y con un par de pesos en los bolsillos.
Ya no quiere más... sólo caminar.

Ya no necesita la aprobación del resto, ni que lo necesiten.. No, no, no...
Ahora sólo para él... Y mira su muñeca, ya nada apunta hacia un sentido horario y en constante movimiento.
Ya dejó sus manecillas enloquecer, se dejó de puntualidades que nadie respeta.

Hoy avanzar para él es un tanto distinto...
Veámos si es suficiente para un mal espectador de su propia época.

Pero al menos sabe lo que quiere, mira por sí después de tanto tiempo,
sin saber qué más hacer después de lo mecánica que ha sido toda su existencia.
Pero le vale intentar algo distinto y novedoso.

¡Amen!
 Amén.-

viernes, 10 de junio de 2011

¿Cómo?

¿Tenemos alma?
¿Desde cuándo?
¿Hasta cuándo?

¿Será una especie de energía, al igual que Dios?
¿Será que a medida que vamos naciendo se va extrayendo un trocito de la naturaleza de Dios y lo hacemos cada vez más parte de nosotros, porque precisamente somos parte de él?
¿Será que en ese acto de creación (querido o no por algún ser en el universo) se va extractando su propia integridad, sacrificando parte de sí para darnos vida, porque en conjunto logramos constituirlo nuevamente?

¿Dónde está nuestro alma antes de nacer?
¿Ya pulula eternamente por ahí y sólo nos la prestan como solplo de vida, o surge nueva, vigorosa y con un potencial propio distinto en cada uno de nosotros? ¿Serán ambos supuestos incompatibles o conciliables?

¿Mi alma me pertenece? o ... ¿yo le pertenezco a ella?
¿Un pedacito de Dios en mí, en ti, en él o ella, en nosotros... en todos?

Seamos energía positiva, y no sólo creadora. Es inevitable crear, para bien, para mal.
Somos humanos. Ni menos ni más, qué más da.

La energía no se pierde, sólo se transforma.

Amén.-