sábado, 28 de mayo de 2011

No todos los días son iguales...

... Qué bueno...
Y qué bueno porque es bueno variar y que no siempre sea todo igual
Me estoy convenciendo cada día más de que cambiamos día a día, y eso me parece bien, porque puede ser una oportunidad cada día para mejorar o avanzar según lo que aspiramos.
Me gusta tener esa posibilidad... y me gusta la experiencia, y los distintos enfoques


Y todas esa cosas que me impulsan cada día
Y me gusta poder decir: no más de eso
Como también: sí, quiero más


Quiero más :)


Amen, como creo que lo hago... o mejor como Uds. quieran hacerlo, sí, mucho mejor eso. Pero, háganlo. Hace bien y sana.
Amen.-

martes, 24 de mayo de 2011

Siento... ergo, ¿existo?


Me siento sola
Me siento profundamente sola
Sola como nunca, sola
Es tan escalofriante esta sensación, que parece que nunca me dejará.
Es tan, tan abismante, tan enorme, tan omnipresente en este momento, que no la puedo dimensionar en absoluto.

Nunca me había sentido así.
Había tenido pena, desesperación, angustia, incluso ganas de no seguir.
Me ha dolido hasta el respirar.

Pero… esto es distinto
Nunca me había tocado una soledad tan profunda,
no le puedo asir, no la puedo ahuyentar
Se apoderó de mí sin darme cuenta
Y en un breve lapso
Y es tan estridente, tan difícil de evitar

¡Oh, es inmenso este vacío!
Vacío sin contornos
Qué terrible sentirse así
Esto está dentro de mí
En mi cabeza, y no quiere salir
Está y no quiero que eche raíces
No lo permitiré

¿Qué hay?
¿Qué no hay?

Mi percepción del mundo ha cambiado
Pero, desgraciadamente, no me di cuenta
No sé cuándo pasó, o hasta cuándo pude sostener el otro
El que creí que era real, pero no era así
Creí que había cosas incondicionales,
Y eran mi razón de ser, lo que me movía
Pero me doy cuenta que no me pertenecen
Y a la vez, no me siento pertenecer en él, por primera vez

Y después de todo… ¿qué queda?
Queda este vacío, este dolor dormido
Que no quería que despertara
Que inconcientemente lo tenía acurrucado
Tranquilo, inofensivo
Pero me he descuidado, y surgió y me ha devorado

¡Que me escupa, que me escupa!
Ese ser feroz que no quiero, que no me gusta
Que me deja vacía, sin brillo en los ojos,
sin sonrisa en el rostro
que me devoró e invadió, así de sopetón
creía que era fuerte, pero no soy más que un trozo de debilidad
de viscosa y cruda debilidad

Le he llamado inestabilidad emocional
Hoy le llamo carencia de afecto real
De ése afecto que uno trata de encontrar y encontrar
En tus cercanos, que crees que está ahí, que apuestas, pero que al no mucho andar (años) te das cuenta que no existe

La sensación que me deja esa inexistencia,
me obsequió este dejo de soledad abismante
dejo de soledad que no me deja
(porque aunque ha sido breve, para mí es eterno,
mi percepción del tiempo tal vez es un poco distinta a la del resto)

No quiero ser amargada, no, me rehúso
Pero esto no es una decisión: es darte cuenta de algo
Como al abrir los ojos luego de dormir y soñar y creer que era cierto ese sueño, pero que al despertar te das cuenta que no, que todo estaba en tu subconsciente o, en fin, en tu cabeza

Tengo, urgentemente, que construir sobre lo que hay
Aunque eso me signifique cambiar mucho mis motivaciones
Pero debo encontrarlas, no puede ser tan así todo
Ya no me voy a tratar de autoconvencer para quedarme tranquila, ya no más invenciones ideales, falsas

La soberbia que me ha estado guiando el último tiempo, más de la usual y común a todos los hombres, tendrá que ser focalizada
Tengo que aceptar lo que es y ya
Y no se trata de un conformismo, sólo es que escapa a lo que está a mi alcance, a lo que individualmente puedo lograr

Hay luchas que no puedes librar en soledad
Y como la que estoy sintiendo es tamaña, no me lanzaré contra ella
Sería suicidio

Y quiero morir viejita y arrugadita
Y regalonear a nietos o bisnietos, malcriarlos
Y darles todo el cariño que tengo dentro, oprimido
Y decirles que sí pueden ser lo que quieran
Que se pueden autodeterminar
Pero que lo deben hacer sin herir al resto
Cosa que aún no sé hacer

* (Aprendí algo hoy.
                                           Sí, sólo hoy)

No osen aspirar a cambiar al resto
Sólo se cambia lo que se quiere cambiar; quien quiere cambiar
Y esa es una decisión tan, pero tan propia
Que nadie le puede decir a otro lo que debe ser distinto en él
Es fácil mirar hacia fuera, pero el mismo ojo no se conoce así mismo

Todos podemos cambiar,
aunque está claro que hay cosas de temperamento que simplemente “vienen” con nosotros en nuestros genes
Cambien, cambien todo lo que quieran, pero no lo hagan sólo para encajar, sino que para sentirse bien consigo mismos

Es algo así como una rendición ante la soberbia,
Para que pase, saquee, y se lleve todo lo que quiera
Pero que al menos no nos quite la vida
Porque la soberbia, tarde o temprano, pasa por nuestras puertas
No todos se pueden resistir, porque es bárbara
y avasalla todo lo que a su paso encuentra

La soberbia de no querer creer en otra cosa, de no querer abrir los ojos, ese sutil lamentarse en silencio… me trajo hasta aquí,
lejos de todo, de todos
El silencio inquebrantable luego de la pérdida
Después de reventarse la burbuja protectora y luego de que pasaran por tu choza y la derribaran, sin piedad
(Y no sabías que eras tú mismo el soberbio, el que lo hizo, o más bien, el que lo permitió)

Ahora sólo queda reconstruir
O volver a construir
No será igual la fachada, ni tampoco lo de adentro, el interior
A veces es necesaria la soledad, para mostrarnos como somos en verdad, porque el dolor y vacío no es permanente, es transitorio siempre, como las emociones súbitas e inusuales
Vinimos de una forma y permanece en nosotros sólo lo que somos en realidad

Nunca pensé que doliera tanto caerse de la cuna
Descubrir qué hay más allá

Sigo sosteniendo que la felicidad es una decisión
Y eso no es obstinación, es convicción
Porque ser feliz no implica no sufrir de cuando en vez

Porque a pesar de sentirme tan profundamente sola en este momento, sé que hay muchas personas por ahí pululando, que ahora no puedo ver (porque no están efectivamente, pero que sí están. Y que se multiplican cuando se enteran de lo que ocurre).

Y sé que no siempre lo manifiesto, porque me gusta curarme antes que herir al resto, aunque lo haya incorporado tarde. Y ya no tengo por qué hacer patente lo que me pasa, me aburrí. Es demasiado desgastante esperar a que te entiendan si no es posible, si no hay voluntad para ello. Y a pesar de que siempre ando reclamando por lo que estoy convencida, ya no es necesario. El que deba entender y acercarse, lo hará. Ya no forzar reacciones del resto, como el que te escuchen o te digan lo que no sabes. A veces es mejor no saber.

Falta un mínimo de conocerse, que me separa del mundo entero en este momento. Nada es absolutamente conocible, pero sí sus grandes rasgos y lo más relevante: lo genuino, lo esencial.

Y creo que ya no más de ir por la vida evitando a que me conozcan más… Mi piel la he vuelto a mudar hoy… hace años que no lo hacía, pero hay ciclos que son inevitables; creo que está bien, que de la debilidad puedo sacar más fuerzas y puedo ir derribando el muro hacia el exterior.

Si tengo que sentir frío en el intento, que sea así.
Se supone (creo) que la experiencia no se pierde.

Aprendí algo hoy:
Aprendí a  No querer morir en el intento,
en este intento de ser feliz.
(Sí, sólo hoy)

Amén.-

miércoles, 18 de mayo de 2011

Más de 2100 días


Parece una eternidad, pero llega a su final
Sentimientos encontrados, ya se puede ver el árbol
Pero no todo está como antes, fue un largo viaje

Evidentemente algunos extrañaron y otros no tanto
Después de todo, la memoria no olvida por completo
Y esa gracia extraña, de recordar lo que más te duele
O lo que duele a medias, porque no sabes lo que significaba
Porque eras más inmaduro, más rudo, más sin importarte el resto
Más allá de tu nariz o tu ombligo

Arrepentirse… GRAN palabra
Pero los viajes tan largos algo deben dejar
Cicatrices en las paredes del alma, y
Una que otra cicatriz más que emocional

Hoy me parece todo tan extraño
Esto se siente distinto
Como si fuere yo el que no estuvo
Todo este tiempo
Como si yo fuera quien respiró ése aire
Ése otro mundo

Ése otro laberinto sin salida
Hoy miro hacia atrás… ya no hay más atrás:
Ahora sólo hay hacia adelante
Y no pueden comprender lo que pasa por mí
Ya no rabia, ya no por qués

Ya no resentimientos…
Aunque la empatía no lo cubre todo
No sé perdonar esta vez

Quisiera, quisiera dar un abrazo sincero
Un abrazo fraterno, un abrazo de hermano
Pero sólo ganas de llorar tengo
Y de decir, lo siento

Por mi rabia reprimida, por las consecuencias de nuestros actos
Quisiera poder tener una infancia con cara de niños,
Y no tener que viajar de esta forma

Porque le quiero, y a la vez me carcome la desesperanza
¿Cómo es posible tanta contradicción?
Tal vez porque soy humano, porque siento

Es que no puedo creer en todos
De hecho, ahora siempre dudo
Confiar se ha vuelto del todo esquivo
(salvo en mis reales amigos)

Tanta miseria humana me ha vuelto dura y menos ruda
Y con más miedos e inseguridades
Ya no sé si creo en la vida eterna
Si creo en él o ella
Si es blanco o es negro
Si es verdad o mentira
Si crece o se vuelve más pequeño
Ése nudo en mi cerebro
O en mi glándula pineal
Uno de ése par en mi laberinto sin cesar
Saber superar, perdonar

¿Cómo dar oportunidades sin perdonar?
¿Cómo creer en la libertad de espíritu, de alma, de verdad?

¿Cómo volver a mirarte a los ojos después de tanto tiempo?
¿Después de tantos años de tu decisión?
¿Cómo perdonar años?

¿Cómo no llorar?
¿Cómo…?


Sólo el tiempo lo dirá
Veamos si cura todo como dicen
Veamos si es real

Amén.-

domingo, 15 de mayo de 2011

Mirar desde ti


Es algo que se vuelve cada vez más recurrente en mí.
Camino o avanzo hacia un lugar, y de pronto me veo desde la perspectiva del que camina cruzándoseme en frente, o desde la perspectiva del que va pasando por ahí cerca, o bien, del que se encuentra en un punto fijo en los alrededores. Y cada vez es más recurrente.

A veces, me veo desde ahí, a pesar de que yo estoy aquí y físicamente no me es posible saber su punto de vista, pero lo construye mi cabeza en base a los datos que obtengo, o reconstruye, si es del caso.

Tal vez sea por mi imposibilidad de pensar en cosas importantes, o qué se yo, mi forma de no querer estar donde estoy en un momento dado, o de estar en dos lugares a la vez, quién sabe.

La primera vez (que recuerde por lo menos) fue un día en que viajaba en bus, y miraba por la ventana el paisaje que me ofrecía ese día. De pronto llamó mi atención un auto que avanzaba paralelo por la pista y en el mismo sentido en que yo lo hacía, encontrándose en su interior una niña de unos cinco o seis años que apoyaba su cabeza en el vidrio del auto y miraba por él. En cuestión de segundos, era yo la que miraba através de ella, veía (supuestamente, claro está) lo que ella veía desde su perspectiva de niña mirando por la ventana de su auto. Miraba incluso el bus en que yo me encontraba y fue raro el darme cuenta de lo que estaba imaginando, tal vez tenía sueño, tal vez no. Después, el auto aquél aceleró y desapareció con la niña, y le extrañé. Me ha vuelto a pasar en mi vida cotidiana, viendo desde una persona que miraba por la ventana, por ejemplo, o en personas que se dirigen en sentido contrario cuando voy caminando, o también desde ti cuando te hablo. No es tan egocéntrico como parece, porque no es que me mire a mí todo el tiempo, pero ocasionalmente sí pasa esto (porque no es como un sueño y ocurre en tiempo y espacio real, que es precisamente lo curioso; me veo sólo si según yo o según mi cabeza estoy en el campo visual del otro). Y veo realmente desde esa perspectiva, como no la podría ver desde la mía, como es el caso de una posición en que no llegaría por mi escasa altura, o porque nunca he estado en ese lugar.

No sé a qué atribuirlo realmente, pero es recurrente cuando estoy ociosa o no pensando en que voy atrasada o con alguna preocupación que ocupe mi mente. Aunque las últimas veces también se ha dado en estas situaciones.


No sé si sea usual o si le pasa igualmente al resto, pero desde que me ocurre, no veo las cosas de la misma manera.

Amén.-