viernes, 30 de diciembre de 2011

Nuevo añito (:

Año nuevo, vida nueva.
(Casa nueva, familia nueva, amigos nuevos, novio nuevo, animal nuevo).

wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Amén.-






























¡Saludos totales! XD

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Camila y el mundo

A veces uno no quiere nada con el mundo.
A veces el mundo no quiere nada con uno.

Creo que para que se restablezca la comunicación,
uno debe dejar el orgullo de lado, escupirlo,
y alejarse de la soberbia que nos puede invadir si la dejamos.

Siempre he creído que soy fuerte.
Pero la debilidad me golpea a la cara de cuando en vez,
como si sus olas se acercaran y alejaran y luego volvieran
y arremetieran contra mis costas o límites mentales con fuerza.

Los límites me los doy yo, pero no soy lo suficientemente arrogante
como para creer que todo lo puedo yo solita sin ayuda alguna.

Y eso ya es un paso grande
Necesito del resto, aunque ya no dependo de él.
Y eso, nuevamente, está bien.

De a poquito queda menos camino que recorrer,
pero para eso se necesita avanzar y no retroceder.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Algo distinto en mí


Me está pasando algo que nunca me había pasado tan fuerte..
Ya no extraño a las personas que quiero… a nadie.
Como que no los necesito (y sé perfectamente que es todo lo contrario).
Si están, está bien; si no, lo mismo. Sin diferencia alguna.

Es un desprendimiento abismante, pero sólo lo constato, no lo siento ni me pesa.
Como que perder gente ya no es una preocupación.
A veces el aislarte dicen que es bueno, pero yo sólo he dejado de buscar a esa gente que buscaba y ya no. Me siento agotada de eso. Ya no lo disfruto como antes, por eso es distinto.

No siento apego, sencillamente no echo de menos.
Necesito de mí, pero mi indiferencia es tan tremenda que ni siquiera eso capta mi atención y me hace retornar. No estoy para nadie, ni siquiera para mí.

Algo se apagó en mí.
Ya no está el arcoiris.
Ni están las ganas de buscarle formas a las nubes, sólo están las nubes desabridas e informes que todo el mundo ve. Ninguna diferencia con eso.
Ni las ganas de enfrentar todo con una sonrisa o con una sacada de lengua.

Hay un desierto de noche, así de frío.
No hay motivación ni algo de qué aferrarme.
La excusa, la excusa ya no está. Se fue..

Mi falta de amor propio ya no puedo volcarlo hacia fuera, nada es mío como para luchar o esforzarme por ello. Nada me pertenece, ni siquiera yo misma.

Me alejo y no sé volver.
Mi ángel de la guarda se aburrió y se fue, ahora me quedé sola y lo más terrible es que no me importa mucho realmente. De hecho, sola suena bien, aunque sola sin mí suena a mucho vacío.

Veamos qué ocurre, si me animo o qué.

sábado, 17 de diciembre de 2011

¿Y si...? (II)


¿Y si Dios es sólo esa ilusión que nos lleva a sentirnos mal por no ser perfectos?
Si lo suprimiéramos mentalmente… ¿seríamos más felices por no tratar de ser a su imagen y semejanza?

Dios es perfecto sí y sólo sí su perfección nos incluye, sólo si todos somos parte de él, como él de nosotros, sólo si todos juntos lo conformamos. Cada uno somos un pedacito de él, un trocito de su completa perfección. (Nuestra alma es un pedacito de él).

Sin nosotros, él no es nada, porque nada somos sin nosotros.
Por eso mismo no podemos ser ermitaños, porque nos necesitamos.

¿Y si… sólo nos amáramos de verdad…?
¿Dios, dónde estás?

Amén.-

jueves, 15 de diciembre de 2011

Conversaciones Reales II


- Tía, ¿tienes pesadillas?
- No, nunca tengo pesadillas. (A veces se miente un poquito para no tener que entrar en detalles que no te gusta recordar)
- Porque yo a veces tengo pesadillas
- ¿Qué pesadillas? (Qué raro que me hable de esto de la nada… ¿o no?)
- No sé, pesadillas.
- Pero, ¿cómo son esas pesadillas? Cuéntamelas… (Usualmente soy asustadiza y algo exagerada, pero me interesa escuchar también para saber qué me va a decir este milagro con patas, porque a veces sale con cada cosa…)
- A veces tengo pesadillas despierto
- ¿Como cuáles? (con preocupación, es sólo un niño de cinco años)
- De los tres chanchitos.
- . . .   (expectación, curiosidad y ternura)
- Estaban los tres chanchitos, pero eran chanchitos mounstruos, como de Monster High. Y el lobo era de leña, y tenía cola de león
- ¿De leña?
- Sí, de palo. Y era de leña gigante y se comió a un chanchito monstruo, y se fue corriendo el otro chanchito a donde su hermano, y el otro chanchito hizo una bomba para que se fuera el lobo… Ay, tengo sueño, voy a dormir.
- (¡WTF!) …Pero, ¿cómo termina la pesadilla?
- Termina con que el lobo se quemó la colita y se fue saltando y decía auuuuuhhhh (imitando un aullido: auuuuhhh). Ahora tengo sueño y no tengo más pesadillas. Buenas Noches, tía.
- (¡…!) Martín, ¿Qué es una pesadilla?
- Hmm… Es muy fea. (Después de una pausa y reiteración e insistencia en el calificativo fea, sin saber qué más agregarle… “Pesadilla puh, ¿nunca has tenido pesadillas?... feas puh”).
- Pero ¿cómo fea?
- Hmm… (Pausa). Me la imagino como un león, porque los leones rugen todas las cosas. Me dan miedo los leones. ¿Cierto que los leones muerden a los niños? ¿Cierto que los leones muerden a todas las personas, pero que si le dan comida no se los comen? ¿Es verdad que tenemos carne?
- Sí, tenemos carne en nuestro cuerpo

(Más tarde, cuando creía que ya dormía el pequeño)
- Tía, ¿cuándo vas a apagar el computador? Es que quiero dormir… y quiero que me abraces. Así ya no tengo más pesadillas
- … (Abrazo de una criatura indefensa a otra criatura que la desconcierta).-


P. S.       :    Poner atención a las conversaciones triviales que puede que luego no lo sean.
P. S. (2) :    Los niños son una fuente inagotable de inquietudes y de sorpresas.
P. S. (3) :    Desde mañana grabaré mis conversaciones con ese Martín, para salir de dudas que me surgen.

* Abrazo de ese abrazo que me exige al dormir, yo abrazándolo por debajo de su cabecita con mi brazo derecho, en el hueco de su hombro, y él volteado hacia la pared, dándome la espalda, pero sujetando mi mano izquierda en su guatita para que lo envuelva así. Que lo abrace y no me vaya aún.-

Amén, con rosas navideñas y frutas, trufas y cariño.-


jueves, 8 de diciembre de 2011

Lo de las cartas nunca recibidas

A veces a uno le gusta expresarse por vía escrita.
Porque puede resultar más entretenido, lúdico, mágico y otros calificativos más que Ud. puede solito descubrir.
Porque me gusta leer a las personas, y no tan sólo mirándolas.
Me gusta eso de ir conociéndose por esa vía, porque me va enamorando el hecho de que alguien se dé el tiempo de escribirme con su puño y letra. Porque no es lo mismo que te escriban algo por msn o por facebook. Tal vez sería más reemplazable por los mensajes de texto de celular, pero éstos no son gratis.

Pero es que me gusta eso, y nadie nunca me ha respondido una carta.
Tal vez solamente le he enviado cartas a personas que no les llama mayormente la atención escribir, o quizá sólo no le interese escribirme a mí. Es triste, porque quisiera mantener correspondencia con alguien, le encuentro algo demasiado juguetón o sensual, dependiendo del caso. Pero sé también que no me gustaría mantenerla si es sólo porque yo lo quiero, pues sería forzado y eso le quita toda la magia.

He escrito muchas cartas en mi vida, algunas tal vez muy largas... pero no he recibido ni siquiera tan pequeña respuesta escrita. Tal vez sea una niñería, pero es mi niñería y me gustaría poder concretarlo.

De preferencia escribirle a amigos o personas que te gusten =)
Pero he adquirido el miedo de escribirlas porque sé de antemano que no las responderán.

Sé que las cartas no se escriben para que te escriban a su vez, pero muchas veces es extremadamente necesario tener la certeza de que sí te escribieron, de que te dedican tiempo a escribirte y de que nadie más en todo el mundo recibirá exactamente la misma carta (la caligrafía de la persona es única y nunca sale exactamente igual). Es como un tesoro único e irrepetible.

Desde que me di cuenta de que quiero recibir una, deje de escribirlas...
Sé que no está bien, pero es una especie de mudo luto.

Si alguien alguna vez me incita a hacerlo, quizá vuelva mi espíritu-escribe-cartas, como me gusta.
Como tanto me gusta.

Hoy por hoy, ni escribir ni nada que me guste como eso.-

miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿Qué es lo que quisiera?


Un complemento, un cómplice.
Un amante natural, fluido, refrescante…

Un alguien libre que me libere de mí, de mis aprensiones, de mis no quereres.
Que me enseñe a dejar que me conquisten, sin rechazarlo de plano antes de darle una oportunidad… y que no importe que sea menor que yo.

Que aparezca de pronto, sin aviso previo y se robe mi atención con ganas de hacerlo.

Que me busque cuando menos me lo espere y me sorprenda con detalles también inesperados, como un beso fugaz de regalo, o una carta aunque fuere en un pedacito pequeño de papel y que fuera de dos palabras.

O que me escriba una carta sólo por preguntarme cómo me estoy sintiendo y para hablar de la vida, ser digna de su puño y letra. Conocernos por esta vía.

Que me conquiste así, de a poquito, para que no lo note; y también que se la juegue por llamar mi atención y conservarla. Que me corteje como lo hacen los machos a sus hembras en la naturaleza, y no que tenga que ser a la inversa como siempre.

Quiero enamorarme de la primera persona que me haga sentir linda (pero que no tenga que decirlo con palabras) y que haga lo posible para demostrarme que le soy suficiente, que no necesita a alguien más. Que no sea cómodo esperando que me desgaste por parecerle atractiva sin que lo note.

Que me haga sentir… que no se me apague.

Que me acompañe a vivir y no se aburra de darme besitos en el cuello.
Que me apañe en mis locuras y me tenga paciencia… sobretodo paciencia.

Pero los quereres nunca son como se quieren.
Porque se quieren y al exteriorizarse ya no se quieren de la misma manera.

Las Camilas satisfechas son una especie en peligro de extinción.
Qué triste constatación. Aunque liviana y pobre constatación.

Camilas en peligro inminente de ahogo, de desquererización.
Porque siempre tienen muchos quereres.
Porque cuando están realmente satisfechas, le hacen caer del cielo para morder la tierra.

Porque son mensas y se rehúsan a creer que no se puede llegar a esa estabilidad que es necesaria… confiar como en un comienzo, creerle al silencio.

Sentirse satisfecho, con el cómplice perfecto.

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Y si...? (III)

¿Y si sólo quiero que me coquetees y me conquistes,
y todo eso que le gusta  a las niñas?

 ...

¿Y si...?

lunes, 5 de diciembre de 2011

Mío, Pirigüín con cola

Ésa era la denominación en un comienzo y casi en el último tramo: Pirigüín.
El resto del tiempo se llamó Camilo.

Hoy es un Martín de cinco añitos =)
El más lindo. querible y desesperante ser que camina, corre, salta y trepa.
Es un animalito muy inteligente y despierto, aunque extrañamente confunde los colores, los olvidó (porque se los sabía).
Manipula cada vez menos, pero sus celos contra quien se me acerque se dejan ver al poco rato.

Es que debe quereme harto.
Dicen que los celos se manifiestan no tan sólo por un desequilibrio emocional ni por no quererse lo suficiente (este niño sí que se quiere), sino que porque con eso cree cuidar lo que es suyo y dejar en evidencia que le importas. Y este niño me cela más que si fuera propio.

Claro que trae canas, pero es lo más adorable que existe.
El primero que aprendió a caminar para cambiarse de cama y dormir con la tía.
El que le regala flores (aunque le diga que no las corte), me abraza y me hace dibujitos.

Es un pirigüín con cola =)
Y mi ancla que me ancla a esta vida y no otra.

Te amo.
Con todo el amor que se puede imaginar.
Que los cumplas feliz..

¡Gracias por existir!
Mi pequeño más lindo del universo.