sábado, 29 de septiembre de 2012

domingo, 9 de septiembre de 2012

Mi mamá no me quiere

"Mi mamá no me quiere"... es usual escuchárselo a los niños chicos cuando no les dan en el gusto, o cuando la mamá los reprende o castiga por alguna razón.

Pero hay muchas mamás que de verdad no quieren a sus hijos, o que creyendo quererlos, no hacen nada por demostrar tal afecto. E incluso, hacen todo lo posible por no remediar ciertas situaciones que les dejan en evidencia respecto a la falta de ese amor tan básico, o de lo que es lo mismo para estos efectos, hacen que se crea que se es un estorbo, o que sólo se llegó a este mundo para empeorarle el suyo. .

A favor de estas personas puedo decir que existen algunas que no pueden sentir amor real por alguien en toda su vida. Amor no dañino, añor sin espinas, amor no nublado por las adversidades de la vida. Después de muchos años puedo afrmar con razón que sigo siendo un niño pequeño.

Carente de afecto maternal, sentirse solo en ese sentido, no saber lo que es sentir protección o cobijo. Respeto, aceptación, poner de su parte... cosas básicas para empezar a formar algún tipo de relación de verdad, o que por lo menos valga la pena.

Sentir que en alguien puedes confiar, que con esa persona puedes contar... aunque sólo sea temporal.
No soy fuerte, sólo que no me queda otra cosa que hacer.
No es ser malagradecido, es sólo pensar que... podría ser distinto. Muy distinto.

Nunca me va a querer.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Ser uno mismo

Es lo que nos queda para nosotros.
Sólo no hay que caer en la falta de respeto hacia el resto
(aunque sea difícil y no entiendas ciertos códigos tan extraños y curiosos para ti)
porque la gente está rodeado de muchas cosas, que creen que forman parte de sí mismos incluso, sólo porque "significan" algo que ni ellos entienden.

Pero eso no quiere decir que no se les tenga que respetar, porque si para mí eso no significa nada, para el resto pueda que sea algo muy de ellos, que si se los quitas... no les queda nada.

Sólo que... no me gustaría tener que depender de ese tipo de cosas, que mi humor se afectara por ello: sólo por cosas que significan algo difuso (sin que se nos informe de ello) y que eso determine las conductas... porque molesta algo, y no lo sabes hasta que se dignan a decírtelo.

Ese tal vez sea mi gran problema: decir tanto las cosas y adivinarlas en el resto, que ese resto asume que uno lo tiene que saber todo o por lo menos esforzarse en hacerlo... siendo que ellos no son capaces de hacer un cuarto de lo mismo por el otro resto que lo observa expectante.

Las costumbres, las viejas costumbres.
Esa es mi carencia: no tengo muchas, o las voy cambiando.

Tal vez por eso no entiendo las del resto.
Cada persona es un universo completo.

En mi casa nunca hubo algo que fuera una costumbre propiamente tal, algo como para recordar.
Ni comer todos juntos a la mesa ni algo parecido. Tal vez por ello mi incomprensión.

Pero eso ya no depende de mí. Ahora a mí es a quien deben entender.
Estoy cansada de que piensen que debo decirlo yo, que tengo que "comprender" siempre, sin que a mí misma intenten comprender.

Pero qué va... para eso están las personas que sí están aunque no quieran hacerlo =)
Familia creo que se llama.

Sólo ahí uno es uno mismo.

Amen.-